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miércoles, 9 de enero de 2013

Documental Babies (2010)


Babies es una película documental que muestra la vida de cuatro bebés de diferentes partes del mundo y sus entornos.

Los niños parece que viven en otro mundo en  vez  de  en otro continente, me gustó tanto que quiero compartir mis observaciones (si queréis verlo recomiendo abstenerse de seguir leyendo).





Ponijao de Namibia vive en una cultura extremadamente social donde participan en su educación todos los miembros de la tribu, especialmente mujeres y niños. Podría decirse que utilizan crianza con apego, utilizan el amamantamiento no solo como alimento, también como método tranquilizador; el bebé tiene un contacto constante con otras personas y no existen límites en cuanto a dejar hacer, aprenden unos de otros y exploran el mundo de la manera que quieren a través de la interacción.



Bayar de Mongolia vive en un entorno rural rodeado de campo y animales, el lugar  es solitario y la mayor  parte del  tiempo lo pasa sin compañía a excepción de su hermano mayor con quien juega de vez en  cuando.
Destaca la tranquilidad  con la que el bebé pasa el tiempo sin  supervisión o sin  distracciones de otra persona. En el montaje no se aprecian llantos significativos.
Impacta la interacción con los animales que le rodean al vivir en la  granja, siendo miembros de su sociedad con los que se relaciona de manera natural.
Y en cuanto a sus momentos de juego los pasa con objetos cotidianos como un barreño o un rollo de papel higiénico, le proporcionan muchísimo entretenimiento y un montón de aprendizajes que el espectador observa con una amplia sonrisa.


En cuanto a las niñas son americana y japonesa, su cultura es muy parecida a la nuestra  aunque con matices, en la misma  cultura siempre hay diferencias entre individuos y, aunque parecida, siguen siendo distintas.

Me hizo pensar en las clases dirigidas donde disfrutan con sus padres, aunque en alguna ocasión se cansan y buscan otra actividad.



Viendo este documental me acordé  varias veces  de mi abuela, quien siempre está avisando de los peligros que pueden pasar.
Me hizo reflexionar sobre la obsesión de la cultura norte-occidental de tener a  los niños sobre protegidos, dirigiendo su aprendizaje para asegurar su bienestar.

En definitiva, ¡me encantó!


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