"Nadie me escucha como conejito"
Los muñecos de peluche son esas voces interiores que creamos y nos tratan suavemente, nos recuerdan que las cosas podrían pasarle a cualquiera.
Lo que fue ensayado en presencia de nuestro amigo debe continuar toda nuestra vida.
Cada adulto sano debe poseer la habilidad de autonutrirse: ir a un espacio seguro y hablarse con un tono indulgente.
El adulto enriquecido viene de su anterior reencarnación de un juguete peludo, nos da la herramienta para cuidar de nosotros mismos.
D. Winnicott
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