Los hombres antiguos crearon herramientas como medio de comunicación, al principio fueron los llamados pictogramas. Estos dibujos representaban fenómenos naturales o se parecían a objetos naturales; pero se
prestaban a diferentes interpretaciones por lo que el ser humano fue mejorando su forma de mandar mensajes.
Historia de el buey y la casa
El
buey era un animal importante para los egipcios, ofrecía
comida al pueblo. Cuando se mataba un buey, su cabeza se colgaba de
un lugar alto con los cuernos hacia abajo, para mantener estos cuernos
separados la gente colocaba un palo entre ellos. Cuando lo veían quedaba así: A.
A la
cabeza del buey le llamaban Alef (quiere decir cabeza). De esta historia surgió una letra egipcia.
En
esa época había también una región llamada “Fenicia”,
la gente que vivía allí se dedicaba a comprar y vender cosas, por
eso tenían que viajar mucho. Tenían grandes barcos y eran
excelentes navegantes.
Por
ese entonces la escritura se hacía por medio de dibujos, pero los
fenicios, siendo comerciantes, deseaban hacer las cosas muy rápido para poder llegar a otro lugar. Por este motivo inventaron algunos símbolos ayudándose de las cosas
que veían en sus viajes.
Estos fenicios tomaron
esta alef y la llevaron con sus negocios por todo el mediterráneo, hasta llegar a los griegos que le
denominaron Alfa.
Y así ha llegado a nuestros días como letra A.
Cuando nosotros escribimos la letra A escribimos toda esta historia.
Sucedió
lo mismo con otras letras. Por ejemplo la letra egipcia que
simboliza una casa con jardín, los egipcios llamaban bet
a este tipo de casa.
Cuando llegó a los griegos a través de los
fenicios ya tenía algunas transformaciones y le llamaron Beta, para nosotros ahora es solo “B”.
Esta letra, al igual que todas, siguió cambiando. Los fenicios escribían rápido para hacer todas sus transacciones y era mucho más fácil escribir con ángulos más
redondeados.
Otros ejemplos de las letras que utilizamos hoy son la G griega o la H. G era en un principio la representación de la cabeza de un
camello, se derivó la letra de la palabra camello que utilizaban en
Egipto (gimail). La
letra H era originalmente una cerca, una valla...
El
alfabeto se difundió después por el mundo. Uno de los primeros
lugares donde se difundió fue en Grecia donde se unieron las dos
primeras letras (Alfa-Beta) y se le dio el nombre por el que lo conocemos hoy
día.
Nuestro
abecedario, que deriva del latín (dario: lista), consiste en un signo
para cada sonido.
Todas las letras que usamos hoy en día están relacionadas con cosas que
eran importantes para la gente, de sus necesidades fueron surgiendo
sus inventos.
Es curioso como, al igual que las personas, todas las cosas cotidianas que usamos a diario sin plantearnos de dónde han venido tienen su propia historia, su evolución, estrechamente relacionada con la nuestra.
Es la conciencia de que todo tiene un origen y una evolución lo que hace que nos sintamos agradecidos y afortunados. En eso, como en tantas cosas, Montessori es oro puro. Me encantó el post.
ResponderEliminarEsther