Lo más importante del lenguaje es que para que exista tiene que haber alguien que hable pero también alguien que escuche. Todo el proceso de adquisición del lenguaje es algo que se tiñe de algo sentimental, relacional del niño con su entorno y las personas que están disponibles para responder.
Entender cómo se da este proceso nos puede ayudar a acompañarlo de un modo más consciente.
Antes del primer año, mucho antes de andar, aprenden algunas palabras que tienen el efecto de darles algo que quieren del mundo físico. "Pan" para conseguir comida, "agua" para conseguir bebida, y "mamá" para conseguir amor. Están relacionadas con necesidades físicas que ellos requieren para poder vivir.
Es un paso increíble para un bebé poder describir una de las primeras sensaciones que sintió al nacer, ese dolor y ese rugido que siente dentro y le consume, desde el que no puede hacer nada para aliviarlo y con el que sólo puede esperar a que alguien entienda que eso está pasando dentro de él.
Expresarlo es el modo que tiene un niño de empezar a apoderarse de sí mismo.
Cuando el movimiento comienza a ser más independiente, las palabras van aflorando y el jardín se vuelve colorido. No solo podemos nombrar las cosas, también podemos describir formas "silla", "sillón", "sofá" te van mostrando una serie de sutilidades que son muy útiles para poder seguir explorando ese mundo nuevo que descubre con sus movimientos.
Después llegan los adjetivos, ya no es una cosa lo que buscamos, es una cualidad "rojo", "grande". Se pueden equivocar mil veces pero si no lo corregimos es cuestión de días que se den cuenta de las reglas que rigen en el mundo oral.
El descubrimiento de las acciones es algo precioso, comienza igual que las cosas, parte de una necesidad pero está mucho más relacionado con el mundo de las emociones, deja de ser algo tan físico y comienza a ser simbólico.
Hay un abismo desde que dice la primera palabra que describe lo que come y se da cuenta de que "comer" significa eliminar esa sensación de hambre, "coger" es recibir cariño y protección, "bajar" es libertad y emoción.
Cosas que favorecen el lenguaje
- La repetición de hechos descritos con palabras: "Vamos a quitar el pañal, te voy a levantar las piernas y ¡que caca!, huele mucho... Voy a limpiarte el culito con una toallita..."
- Los cuentos de imágenes: que tienen escenas cotidianas con mucha cantidad de dibujos (ejemplo: Colección Miremos de Roser Capdevilla). Al principio aprenden un vocabulario muy familiar y luego van ampliando cosas más complejas, emociones, expresiones que le sugieren los gestos. Hay una época que disfrutan señalando y escuchando lo que es, luego cambia, señalan y lo dicen ellos.
- Los cuentos narrados: adecuados a su edad y repetidos favorecen su memorización y ayudan a crear una estructura temporal y un vocabulario que no tiene porqué ser infantil.
- Las canciones: cuando son pequeños cantamos en momentos emocionales como cuando está nervioso o va a dormir; pero también es interesante asociar canciones con momentos concretos como Pim Pon cuando lavamos la cara por las mañanas. Ayuda en las rutinas y deja una huella de amor y presencia en los cuidados.
- Las rimas: los juegos de contacto con las abuelas como palmas palmitas o "Por aquí pan, por aquí miel y por aquí las cosquillas de San Miguel". Son un gran recurso, les encanta, les recarga "las pilas de amor" y les dice muchas palabras nuevas.
- Las expresiones emocionales: "¡La madre del cordero!", "¡La leche y el café!", acompañan una sorpresa o un enfado y cogen el matiz enseguida. Es muy divertido verles repetirlo.
- Las costumbres sociales: "Por favor", "Gracias", "¿Me puedes ayudar?". Son cosas que se aprenden cuando se está expuesto a ello, si nos hablamos así entre nosotros, les hablamos así a los niños y, en alguna ocasión, les explicamos que nos pedimos las cosas de esta manera aprenderán a tener en cuenta a los demás.
Más tarde llega el modo en el que usamos los objetos, "encima" "abajo" "dentro" deja a un lado lo que las cosas son y le da importancia a cómo están, sabiendo que es algo que puede cambiar. Descubre el tiempo en la ecuación.
Con la llegada del tiempo todo se vuelve duda, ya no aceptan las cosas como son porque pudiera ser que cambiaran. Por fin surge el pensamiento.
Esto desencadena un momento crucial en la vida de toda persona. Surge el "¿Y si?" "¿y si digo que no?". Se libera una rebeldía, a veces no tiene porque estar relacionada con el deseo, puede ser puramente curiosidad.
Surge un fuerte deseo de experimentar el elegir, el vivir las consecuencias, el probar de otro modo... Esto produce un choque constante con lo que ha sido común y tradicional, con la persona que antes enseñaba el mundo, a la que se escuchaba con atención y que tenía el conocimiento en su poder.
Este choque es un gran dilema porque toda la incertidumbre de ¿qué va a pasar? crea gran inseguridad y hasta ahora la manera de repostar seguridad siempre había sido "volver a casa", volver con esa persona que ahora representa lo que ya conocemos.
El problema es que ahora existe una resistencia con todo ese "antiguo testamento" y se necesita a la vez que se quiere dejar a un lado y seguir aprendiendo. Es un momento de grandes frustraciones y difíciles elecciones. Encontrarse con uno mismo a veces es difícil.
Llegados a este punto el acompañarles puede costar pero es muy gratificante, cada día te sorprendes del último "clic" que ha hecho su cerebro.
Mis últimas adquisiciones (todo en los últimos 15 días):
- Y entonces... "Llegó el camión y se chocó ¡y entonces...! se hizo caca ¡y entonces...! vino su mamá ¡y entonces...! se cayó y se chocó y se hizo sangre" Ha sido el principal cambio en todo, en su personalidad, en su juego y en su manera de expresarse. Puede enlazar una cosa con otra de manera interminable, expresa todas sus vivencias y sus dudas en el juego.
- Enumeración: "Vamos a ir a ver a la abuela x, y al tío x, y a la tía x y a..." Puede enumerar 8 o 10 personas (con el tono adecuado), todas las que vayan a estar. La memoria práctica ha aparecido con mucha fuerza.
- Enumeración en negativo: "¿Quieres que te cambie el pañal papá o mamá?" Y responde con el tono de enumerar "No me va a cambiar ni papá, ni mamá, ni Javi..." Me dejó con la boca abierta y una gran sonrisa.
- Numerar: desde hace mucho tiempo era "no hay" "hay uno" "hay uno y uno", el otro día dijo: "hay dos" :O
- Asumir los límites: "Cuando sea mayor voy a coger los coches de papá" y "Voy a pedirle a los reyes magos que me traigan un chicle porque papá y mamá no me dejan comer chicle" En realidad dice chique...
- Asumir sus emociones: "Buah buah, ese llora porque no está su papá"
- Soluciones: "Sana, sana, culito de rana, sino se cura hoy se curará mañaña. Ya está nueva."
“Lo que la gente considera como el momento del descubrimiento es realmente el descubrimiento de la pregunta”
Jonas Salk
voy un post tras otro sin poder parar... cuánta belleza en tus escritos, cuánto amor... qué cuidados... y las citas al final... GRACIAS... me encanta... ojalá mi hija pudiera ir a tu escuelita
ResponderEliminar