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viernes, 18 de octubre de 2013

Un año de maternidad



"Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar."
Pedro Salinas


¿Solo ha sido un año? Parece toda una vida

Durante poco tiempo he experimentado muchos cambios seguidos pero sin duda este ha sido el mayor de todos. 

Que tonta fuí durante el embarazo, que poco valor le dí a la vida que llevaba dentro. No es que no le quisiera, deseaba tenerle y le quería muchísimo,  pero ahora el amor que siento es increiblemente más fuerte.
No me imagino la vida si las circunstancias me arrebataran a Javier. Solo pensarlo me dan ganas de llorar. 

No sólo le he descubierto a él, también me he descubierto a mí misma, en tan solo unos meses soy otra persona completamente diferente. Es increíble como le das la vuelta a todo, piensas en lo que es común, en lo que es raro y en lo que nunca se ha pensado, ves, escuchas y sientes con otra percepción que no conocías redescubriendo todo tu ser con tal de empatizar con el suyo. 

En sólo este tiempo ha aprendido a respirar, a comer, a darse la vuelta, a gatear, a ponerse de pie, a andar, a expresarse, a decir palabras, a negarse, a pedir, a desear, a horrorizarse, a querer un abrazo, a dar un beso, a acariciar...
Y en este tiempo yo he reaprendido todo eso con conciencia, no quiere decir que lo haya reaprendido bien, sino que he intentado hacerme consciente y poner un punto de presencia en las cosas que hago.  
Además de reubicar todos mis principios y creencias, y dudar de cada decisión...
Es intenso

No echo de menos las amistades, ni el sueño, ni el teatro, ni la vida en pareja o cualquiera de las cosas en las que se piensa de vez en cuando. Lo único que echo de menos realmente es la seguridad, tener la certeza de que haces bien las cosas, que sigues un método al pie de la letra y todo lo que se salga de la normalidad es problema de que se está aplicando mal o está defectuoso lo que da error. 
Ojalá supiera qué es y que no es "bueno". 

Supongo que este es el principio y ya nunca dejaré de sentirme así y dudar... Solo espero que esta parte de la maternidad no oscurezca el resto, el miedo no entorpezca el camino. 

Todo empezó con miedo y desgraciadamente creo que nunca se irá. 
Pero no me importa, lo sufriré con gusto, con mucho gusto. 


Porque todo merece la pena cuando te despiertas rodeada de amor. 



"Tomar la decisión de tener un hijo es trascendental. Se trata de decidir que tu corazón caminará siempre fuera de tu cuerpo". 

Elisabeth Stone.

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