En tu trabajo de arquitecto te han mandado construir una maqueta de un rascacielos con tubos de papel higiénico de 10 pisos y llevas todo el día pacientemente levantando tu rascacielos, se te ha caído un par de veces pero estás a punto de conseguirlo. Tu compañero tiene la misma tarea que tú y como se ha quedado sin más rollos ¡NOOOO! ¡PLAAAF! Ha cogido un rollo de tu segundo piso y ha destrozado todo lo que habías conseguido ¿De qué tienes ganas ahora mismo?
Los niños pequeños todavía no controlan el lenguaje de una manera fluída y de vez en cuando, en un momento de impaciencia y descontrol, pueden utilizar ese recurso tan fácil y tan instintivo como es dar un empujón o un manotazo para marcar la distancia con otro. Es difícil dejar nuestra vergüenza a un lado y ponernos en su situación.