En el artículo dedicado a la conquista del movimiento por parte del bebé, hablé sobre la frustración como impulso a nuevos retos y la necesidad de sentirse seguro en esos momentos tan vertiginosos.
En este artículo profundizamos en esa necesidad de seguridad, en su orígen innato, en sus variedades y en como podemos influir positivamente los adultos en esa auto confianza tan importante para un desarrollo sano, tanto del niño que tenemos delante como del sistema donde él se encuentre.
En el artículo anterior Teoría del Apego (Parte 1), hemos conocido los estudios científicos en los que se basa esta teoría. A continuación daremos respuesta a qué es la relación de apego, porqué es tan importante y en qué podemos basar nuestra crianza para que sea acorde con este modelo.
En respuesta a la pregunta principal un rotundo NO. El bebé, especialmente el recién nacido, no tiene memoria a largo plazo, su comportamiento está condicionado por sus instintos de supervivencia, sus reflejos y su memoria celular por lo que no aprende una conducta hasta mucho después. De hecho, si no satisfaces esa necesidad es posible que un nivel alto de estrés genere retrasos en su crecimiento y su desarrollo.
René Diekstra
Esto responde a una edad temprana en la que el bebé aún no entiende el mundo, pero ¿que pasa cuando comienza a conocerlo? ¿Qué necesidades tiene? ¿Le estoy consintiendo cuando respondo a sus llantos? ¿Si llora necesita realmente mi atención?
Por un lado, debemos entender su desarrollo y objetivizar. Un niño no piensa estrategias hasta los 2 o 4 años de edad por lo que resulta imposible que manipule al adulto.
Por otro lado hay que diferenciar las necesidades físicas y emocionales de los límites y los hábitos.
En el artículo de hoy profundizaré más en estos primeros dos años sin entrar en los límites y hábitos.
El principal objetivo de formar un apego seguro es ayudar a crear una independencia y un buen autoconcepto.
Pero ¿qué es el apego seguro? ¿cómo se consigue?
¿Qué es la relación de apego?
Es diferente al vínculo afectivo madre-hijo que se crea en las primeras horas de vida, el cual se sustenta en procesos químicos.
Se basa en la relación que se vive día a día durante todo el primer año y organiza el comportamiento del niño. En un principio es fundamental entre madre-hijo pero también es importante la figura del padre y otras figuras de referencia que participen activamente en los cuidados del niño.
Dependiendo del trato que se le haya dado al bebé, el niño se vinculará de una manera u otra.
¿Por qué es importante el tipo de apego?
Neurológicamente: El niño nace con el 25 % de su cerebro formado. Durante la primera infancia se va a crear la mayor parte de neuroconexiones que serán la base para todos los aprendizajes y conductas de su vida.
En el primer año se crean 100.000 neuronas cuyas conexiones se construirán en torno a las que más se hayan repetido. Lo ideal es que esta base se estructure en torno a sensaciones positivas como la seguridad o el bienestar, más que en las negativas como la soledad o el temor.
Auto-regulación de las emociones: el bebé desconoce cuál es la emoción que le provoca mal estar, cuando su madre atiende a su llanto el niño comienza a entender cuál es la sensación que le incomodaba y qué es lo que le calma, al entenderlo puede aprender a gestionarlo.
Aprendizaje social: los adultos que disfrutaron de un apego seguro suelen tener relaciones íntimas más satisfactorias, son personas más estables y cálidas pues su madre lo fue con ellos y más independientes cuando deben serlo. También tienen unas altas capacidades de empatía.
El estado emocional del niño está condicionado por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su referente adulto.
Los niños crean un auto-concepto a raíz de sus referentes y pueden verse como merecedores o no merecedores de ser queridos por los demás. Esto, junto con la seguridad de saber si van a ser atendidos cuando tengan una necesidad, va a crear el ambiente donde el niño va a crecer.
El ambiente condiciona a su vez cualquier tipo de aprendizaje, pues la base de seguridad afecta a las capacidades de exploración, de manipulación, de relación...
Si el niño está dedicando sus energías a crear mecanismos de defensa y estrategias para enfrentar el estrés y la ansiedad no podrá dedicárselo al descubrimiento.
En el primer año se crean 100.000 neuronas cuyas conexiones se construirán en torno a las que más se hayan repetido. Lo ideal es que esta base se estructure en torno a sensaciones positivas como la seguridad o el bienestar, más que en las negativas como la soledad o el temor.
Auto-regulación de las emociones: el bebé desconoce cuál es la emoción que le provoca mal estar, cuando su madre atiende a su llanto el niño comienza a entender cuál es la sensación que le incomodaba y qué es lo que le calma, al entenderlo puede aprender a gestionarlo.
Aprendizaje social: los adultos que disfrutaron de un apego seguro suelen tener relaciones íntimas más satisfactorias, son personas más estables y cálidas pues su madre lo fue con ellos y más independientes cuando deben serlo. También tienen unas altas capacidades de empatía.
El estado emocional del niño está condicionado por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su referente adulto.
Los niños crean un auto-concepto a raíz de sus referentes y pueden verse como merecedores o no merecedores de ser queridos por los demás. Esto, junto con la seguridad de saber si van a ser atendidos cuando tengan una necesidad, va a crear el ambiente donde el niño va a crecer.
El ambiente condiciona a su vez cualquier tipo de aprendizaje, pues la base de seguridad afecta a las capacidades de exploración, de manipulación, de relación...
Si el niño está dedicando sus energías a crear mecanismos de defensa y estrategias para enfrentar el estrés y la ansiedad no podrá dedicárselo al descubrimiento.
Elementos comunes en el desarrollo de una relación de apego seguro
Para facilitar la comprensión de todas estas teorías le han puesto nombre a una serie de conceptos integrados en el modelo de crianza natural (aspectos que se suelen observar en sociedades no industrializadas).Creación del vínculo afectivo con la Madre
- Embarazo respetuoso
- Parto natural
- Contacto precoz (piel con piel)
- Preocupación maternal (gracias a las hormonas esto se da, solo hay que escucharlo)
- Lactancia materna (al segregar prolactina y oxitocina asienta la preocupación maternal)
- No tener miedo al llanto, respetarlo y acompañarlo pues es un mecanismo de regulación del estrés.
Fomentar la relación con el padre
- Contacto piel con piel
- En cualquier momento, no necesariamente en el primer día ni en el hospital.
- Cuidado del cuidador
- Apoyo a la lactancia materna
- Apoyo doméstico
- Empatía con la madre (bajada hormonal, preocupación maternal, influencia del entorno...)
- Protección del entorno
- Cuidados del niño
- Cambio de pañales
- Baño
- Relación
- Buscar la mirada
- Hablarle
- Mecerle
- Piel con piel
- Piel con piel frecuente (no solo la primera semana)
- Lactancia materna
- Porteo del bebé: entre sus beneficios está la postura respetuosa con la fisionomía de la espalda del recién nacido, el contacto constante previniendo así el estrés del bebé o la cercanía con el alimento.
- Colecho: entre sus beneficios está la disminución de probabilidades de la muerte súbita, la termo-regulación (que ayuda a su sistema aún inmaduro) y la cercanía con el alimento.
Lo más importante para un bebé es que la madre esté presente y que responda a sus señales.
Se puede llevar todo esto a raja tabla y obtener un apego inseguro, el sentido común y la personalidad de cada miembro de la familia va a afectar al entorno donde el niño llega. Lo más importante desde mi punto de vista es que los padres estén cómodos llevando a cabo el modelo de crianza que ellos gusten, que se informen y que le transmitan mucho respeto, que le amen mucho mucho.
"Tal como hemos sido amados seremos capaces de amar"
Alison Gopnik
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