Mario amaneció y le preguntó a su madre:
- ¿Porque no tengo papá?
Ella le miró con gran ternura y contestó:
- Si tienes, él era una de las personas más generosas que puedas conocer, y te hizo el mayor regalo que jamás puedan hacerte.
- ¿Cuál es ese regalo?
- ¿Seguro que quieres saberlo?
- Si.
Respondió rápidamente y con una gran sonrisa.
- Ese regalo tiene un precio. ¿Quieres pagarlo?
- Sí
- Te regaló la vida.
Mario miró a su madre pensativo, quería saber más.
- ¿Y cómo se llamaba?
- No lo sé
- ¿Y como era?
- Eso tampoco lo sé.
- ¿Y porqué no quiere estar conmigo?
- Ese es el precio que pagaste al aceptarlo. Su ausencia.
Mario miró hacia la ventana.
- Es triste
- Eso crees ahora.
La mamá de Mario le miró fijamente.
- Para mí la tristeza fue pasar tantos años imaginándote sin poder verte ni sentirte. Pensar en todo lo que te quiero y en todo lo que te puedo dar.
Cada vez que pienso en él siento alegría, la misma que viví cuando supe que estabas viviendo dentro de mí.
Cada día le doy las gracias de que podamos estar juntos, si no fuera por él nuestra familia no podría existir.
Él te dió lo que pudo.
Y yo, te doy lo que puedo...
Para todas las familias que quieren a sus niños