Copyright © La magia de crecer
Design by Dzignine
viernes, 11 de enero de 2013

Los primeros meses psicomotrices del bebé - Esther Thelen

El ser humano es el único animal capaz de moverse erguido. Para conseguir desarrollar esta capacidad los bebés tienen que andar un largo camino.
Un niño nace con mucha información debajo del brazo, sabe llorar, sabe mamar y también sabe andar. Aunque tardemos mucho en llegar a conseguirlo, un recién nacido trae consigo el reflejo de marcha. Muchos investigadores han creído que este reflejo se perdía a las 4 o 5 semanas de vida pero hoy en día, gracias a investigaciones como las de Esther Thelen, sabemos que lo que impide continuar ejercitando las piernas de esta manera es su propio peso. Esto se ha dado a conocer gracias a experimentos con cintas andadoras o sumergiendo las extremidades en el agua.





El siguiente paso en el movimiento es dar patadas y elevar la cabeza hasta conseguir un control motor lo suficientemente fuerte como para que el cuerpo sea capaz de darse la vuelta sin depender de otras personas.  Esto se consigue con 5 meses, después de 3 meses de arduo trabajo para fortalecer los músculos de las piernas y la espalda.



El control de las extremidades superiores es un aprendizaje paralelo al de las extremidades inferiores. Al principio los movimientos son aleatorios y sirven para estudiar el espacio y la distancia, algo muy útil en el  entrenamiento locomotor.  En el experimento Reaching, de Esther Thelen, se observa como un bebé de 4 meses no es capaz de alcanzar el objeto que se le presenta, con 5 meses ya es capaz de coger el juguete y explorarlo. Los pies son algo distintos, al tener menor rango de movimiento el niño es capaz de alcanzar las cosas  mucho antes.



Una vez hemos conseguido el tono muscular suficiente en todas las extremidades y el tronco, el niño, impulsado por su deseo de explorar,  será capaz de sentarse a una edad de 7 meses. Le cuesta mantener el equilibrio porque su torso tiene poca fuerza pero gracias al balanceo que le permiten sus manos y pies puede controlar esta postura.
Al principio su centro de gravedad es cada vez mayor y como la parte superior es más pesada es muy fácil perder el equilibrio.
Con el experimento de Reaching Behind, se estudia el proceso por el que el bebé mantiene el equilibrio. Para coger cualquier juguete, cabeza, extremidades superiores e inferiores y mirada han de trabajar conjuntamente. Primero observar donde se encuentra el objeto en el espacio, después comprender si está al alcance, levantar el brazo y por último estabilizar el tronco y la cabeza.



Gracias a las nuevas emociones que va consiguiendo con cada movimiento el ser humano se siente seguro y está motivado para comenzar con el siguiente. Así como con el giro siente control, con las manos puede interactuar por primera vez con el mundo de su alrededor y al sentarse se siente al fin como un ser humano independiente; Sabemos que cada esfuerzo que hagamos tendrá una recompensa mayor, cada aprendizaje nos acercará a otro y siempre tendremos algo que, al mejorarlo, nos enseñará el  mundo desde otro punto de vista.

Estos locos bajitos nos recuerdan tantas cosas...

0 comentarios:

Publicar un comentario